Los países andino-amazónicos albergan una gran diversidad biológica y cultural que brinda bienes y servicios ambientales indispensables. Sin embargo, esta biodiversidad se encuentra amenazada por el avance de la frontera agrícola, la construcción continua de carreteras, así como por el desarrollo de proyectos extractivos y de gran infraestructura y la creciente extracción ilegal y no sostenible de fauna silvestre y madera.